La colección Hojas de Cultura Popular está conformada por 84 números y un índice publicados en Bogotá, Colombia entre 1947 y 1957, en un formato de 33 x 24.5 cm. Dirigida por Jorge Luis Arango y publicada por el Ministerio de Educación Nacional, se caracterizó principalmente por su innovación en términos de diseño gráfico: la revista no estaba encuadernada, se publicaron hojas sueltas a manera de folio, impresas en negro y en color, con múltiples insertos de fotografía, partituras, cromos, documentos y cartas facsimilares, etc. sobre papeles de diferentes calidades, colores y gramajes que variaban en cada número.
De igual forma, la variedad de técnicas de impresión utilizadas marcaron un hito en la historia editorial del país: reproducciones policromadas, estampación en tela, fotograbado, xilografías y el uso de tipografías variadas. Su complejidad en términos de gráfica hizo que Hojas de Cultura Pupular fuera reconocida por la Biblioteca Nacional de España en 1952 como «la mejor biblioteca del mundo hispánico».
Varios artistas colombianos publicaron en Hojas de Cultura Popular: Luis Benito Ramos, Lucy Tejada, Rafael Achury Valenzuela, Francisco Gil Tovar y Sergio Trujillo Magnenat, quien fue autor de todas las carátulas de las revistas, donde afianzó la línea iconográfica vinculada con el movimiento Bachué, gracias a la representación de deidades indígenas y otras escenas que pretendían consolidar la idea de una cultura colombiana propia. Esto, unido a los grandes nombres de las letras nacionales como Jorge Isaacs, José Asunción Silva, Guillermo Valencia, José Eustasio Rivera, entre otros, consolidó una de las colecciones esenciales en la historia de la literatura colombiana.
La publicación de la revista coincidió con grandes cambios sociales en el país: una sucesión de gobiernos conservadores y militares, la época conocida como La violencia, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, y otros eventos significativos. Al ser una publicación institucional, Hojas de Cultura tuvo como objetivo convertirse en una revista de divulgación del movimiento artístico del país en campos como la pintura, la literatura, el teatro y la música e incluir dentro de las políticas de Estado una dinamización de la cultura en tiempos de dificultades sociales.
